Datos de la ruta

  • Desnivel Máximo: Hasta 2000m
  • Duración de la ruta: 2 días
  • Distancia de la ruta: 24 Km
  • Tipo de ruta: Lineal
  • Dificultad: Alta

Primera jornada: sábado 12 mayo
¡Por fin un fin de semana con buen tiempo en la alta montaña después de una primavera con lluvias, nieve y viento! Las previsiones meteorológicas daban bueno para el fin de semana así que hemos aprovechado para vivaquear en Siete Lagunas. Ahora como los días son más largos, la ruta en sí, se puede hacer perfectamente en un día (subir y bajar a la Alcazaba con nieve) pero nosotros hemos preferido disfrutar de siete lagunas con nieve.

Nuestro objetivo hoy es simplemente llegar a Siete Lagunas, por ello, llegamos a Trevélez tranquilamente sobre media mañana. Preparamos las mochilas y comenzamos a andar desde el barrio Medio de Trevélez a 1.450 m. Alt., siguiendo las indicaciones del sendero PR-A 27 Siete Lagunas. Llevamos las mochilas bien cargadas con todo el equipo para poder vivaquear y andar en la nieve: Tienda, saco de dormir, funda vivac, guantes, cortavientos, piolet, crampones, casco, polainas, agua, comida, etc.

Ascendemos por las callejuelas lentamente, pasamos por la plaza del barrio medio y vemos que el hermoso cerezo que había encima de la fuente ya nos está, lo han tenido que cortar por estar su tronco podrido, ¡lástima! tenía más de 70 años; Era un símbolo emblemático de esta plaza que echaremos de menos. Pasamos junto a los lavaderos y enseguida abandonamos el pueblo, pasando junto a la era de Juan Pérez, donde se inicia cada 5 de agosto por noche la romería de la virgen de las Nieves al Mulhacén. Sin dejar de ascender andamos por lo que hasta el año pasado, era un precioso camino empedrado entre huertas, cortijos, eras y una fuente de agua; después del ensanchamiento que han hecho, el camino de herradura ha sido destruido en unos tres kilómetros, convirtiéndolo en un carril de tierra.

Quizás para los lugareños esto sea bueno pero no deja de ser triste para los que hemos conocido el camino empedrado, verlo destruido.

Tras pasar Piedra Redonda, acometemos la fuerte subida hasta llegar a media ladera a la Acequia Gorda a 2.000 m. hoy con mucho caudal de agua, a diferencia de cuando la cruzamos en verano que suele estar seca.
Posteriormente y sin dejar de ascender nos adentramos en un bosque de pinos repoblados, antes de salir de este bosque, ya pisamos las primeras nieves en el camino. Llegamos directamente al paraje conocido como la Campiñuela sobre los 2.400 m. altitud. Donde antiguamente se cultivaba centeno y “papas de la Sierra” según nos contaron los lugareños.

Llevamos 6 kilómetros recorridos y hacemos una parada en la era junto a un pequeño refugio de piedra y aprovechamos para comer; una vez recuperamos fuerzas continuamos nuestra marcha por el sendero entre borreguiles con lenguas de nieve y algún que otro túnel en los arroyo por el deshielo. No es necesario ponerse crampones, la nieve está en muy buen estado.

Llegamos al dique del río Culo Perro, hacemos una pequeña parada para bajar a su cauce y disfrutar de las cascadas y túneles de nieve. Aprovechamos para ponernos los crampones y continuamos la marcha. Con tanta nieve, no es necesario buscar el sendero, por lo que andamos sobre el cauce del río directamente y nos lleva a subir la impresionante cascada cubierta de nieve de las Chorreras Negras. Llegando directamente a la laguna Hondera (2.850 m.), prácticamente helada. Hemos tardado algo más de cinco horas en llegar a Siete Lagunas (uno de los parajes más bellos de Sierra Nevada, situado en un valle de origen glaciar entre el Mulhacén y la Alcazaba, salpicado por siete lagunas, ahora totalmente cubiertas de nieve).
Buscamos un vivac para montar el campamento. Casi todos estaban cubiertos de nieve. Encontramos a dos montañeros vivaqueando uno con tienda y otro sin ella.

Aunque todavía daba el sol, la temperatura bajaba por momentos, hubo que abrigarse y ponerse guantes para poder montar las tienda de campaña. La tarde iba cayendo y soplaba un poco de viento que poco a poco fue en progreso hasta llegar a rachas de más de 70 kilómetros hora. El viento no paró en toda la noche y no se calmó hasta el amanecer, para entonces ya había roto las varillas y parte del faldón de una de las tiendas de campaña.

Segunda Jornada:
¡Mañana espectacular y sin viento!. Después de la tormenta viene la calma y así fue la mañana de este domingo, soleada y sin viento.

Recogimos el campamento y tras desayunar comenzamos a adentrarnos por Siete Lagunas, dirección el collado del mismo nombre. Fuimos ascendiendo por mitad de la cañada de Siete Lagunas; decidimos dejar las mochilas junto a unas piedras que sobresalían de la nieve y continuamos ligeros de peso hasta situarnos prácticamente a la altura del Colahero, una vez aquí enfilamos para subir por él. La nieve estaba muy bien, apenas si había hielo y llegamos cómodamente al collado (3286 m. altitud). La panorámica desde aquí era estupenda, toda la vertiente norte de Sierra Nevada, se divisaba hasta la cima del Caballo, más hacia el Oeste. Continuamos la marcha y llegamos directamente a la cumbre de la Alcazaba (3.364 m.). Saludos con los colegas, las fotos de rigor y descenso loma abajo, bordeando el peñón del Globo por la vertiente norte, buscando las zonas con menos pendiente y con menos nieve, llegamos nuevamente a la cañada de siete Lagunas, recogemos las mochilas y aquí nos separamos de nuestra compañera Ana, ella tiene dos días más libres y se queda a vivaquear. Nos despedimos y enfiló para subir al Mulhacén por el corredor de la raspa del Tanto, nosotros desde abajo, esperamos a que pasara la parte más vertical por si le surgía algún problema, una vez vimos que ya estaba prácticamente arriba, reanudamos nuestra marcha deshaciendo las huellas que habíamos hecho el día anterior para subir. La bajada fue tranquila, disfrutando del atardecer y finalmente llegamos a Trevélez donde nos fuimos a tomar una merecida cerveza al mesón Haraicel.